Buenas y santas,

ya llevabamos tiempo hablando de realizar el viaje, de ir en busca de ese personaje familiar. Aprovechando que el Bernesga pasa por Santa Lucía y que tenemos la corresponsal en Italia nos decidimos a ir en busca del pasado de Pasquale.

Pasquale Negrini es uno de esos antepasados que te aparecen en el árbol genealógico como si nada, … sin saber como. Tenía la cualidad de haber venido de lejos, de un sitio donde se hablaba otro idioma, sin papeles y a ocupar un puesto de trabajo. En la segunda mitad del siglo XIX eso no estaba tan mal visto como en nuestros tiempos. El tipo llego a Santa Lucía y se quedó, probablemente lo hizo por amor a una mujer.

El único dato que teníamos era que procedía de Fino (Mornasco), en la provincia de Como, en la actual Italia.

Alli nos dimos cita con la susodicha corresponsal, que ya había visitado el cementerio para constatar que los Negrini están arraigados en esas tierras desde hace muchos años. El pueblo, tiene un aire a Santa Lucía si se lo buscas. Incluso el ferrocarril atraviesa también el pueblo. Las montañas aparecen en el paisaje y el clima tiene pinta de no alejarse del frio en invierno y calor en verano que ya conocemos.

Dirigimos nuestra primera búsqueda al Registro Civil de la Comune con la esperanza de que la visita de dos españoles buscando sus antepasados por esas tierras ayudara en la difícil tarea de buscar una aguja en un pajar. Y la verdad es que funcionó, pues los funcionarios pusieron interés en ayudarnos. Sabíamos que Pasquale se encontraba en Santa Lucía alrededor de 1865, por lo que debería haber nacido a finales de los 30 o principios de los 40 del siglo XIX. Y aquí nos topamos con la historia de Italia. La unificación del Reino de Italia se produjo en 1861, por lo que no hay registros anteriores a esa fecha. Por aquel entonces esta parte de la Lombardía formaba parte del Imperio Austrohúngaro. Si hay datos de él podrían estar quizás en su capital.

Pero siempre nos quedaba la Iglesia, … donde quizás hubiera constancia de un hipotético bautizo o similar. Nos dirigimos pues a ver a D. Pierino el párroco, quién tras una pausa para comer nos recibio curioso en la casa parroquial. Le expusimos el caso, pero ante lo vago de nuestros datos nos dijo que la búsqueda podría llevar algún tiempo. Los resultados de su trabajo entre libros parroquiales los hemos tenido hace poco en un mail donde se nos comunicaba lo infructuoso del examen realizado.

Nos queda aún mucho camino para encontrar sus huellas, pero su historia empieza a tomar forma y enamora. Un viaje, un encuentro, un amor, una pasión y una muerte.

Próxima parada: ¿Viena?.

Un saludo.

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