Buenas y santas,
para el día 3 de noviembre estaba programada la II quedada de blogueros leoneses, que Sergio B. Landrove doy en llamar sabiamente Filanblog Leonés. El evento consistía en reunir a una serie de gente, atraídos gracias al uso de internet, en torno a un cocido maragato.
Con la escasa capacidad de convocatoria que nos caracteriza, solo los fieles como Edu, Richard (¿puedo llamarte como lo hacen tus amigos?) y Tere repitieron con respecto al año pasado. Los nuevos en el evento eran Taliesin, Sergio B. Landrove y El Caminante de Sigeria, a los que no teníamos el gusto de conocer. O eso pensábamos, pues Taliesin compartió con nosotros inquietudes en su etapa universitaria, aunque el no se acuerde de nuestra jeta.
El cocido pasó por nuestras bocas discretamente, pues había cosas que nos llamaron más la atención. Coincidencia o no, la casa quiso regar las viandas con un vino de Gordoncillo titulado “Mar de Castilla”, por otra parte una redundancia. El hecho fue aceptado entre los comensales con muestras de estupor e incluso hubo quien insinuó que se trataba de una provocación. Una vez mezclado el caldo con su correspondiente gaseosa, procedimos a pedir un vino como “Dios manda” …………….. con educación.
Parecía inevitable que los recientes acontecimientos políticos de nuestra tierra, aprobación de estatuto, bilingüismo y demás, ocuparían el centro del debate. La perseverancia de Taliesin en centrar el centro del universo, el punto de inflexión del leonesismo en el siglo XVI, pone en evidencia dos hechos incontestables; que necesariamente nuestra población tiene que estar envejecida viniendo de tan lejos en el tiempo y que el futuro nos queda aún más lejos.
Nosotros tuvimos oportunidad de manifestar nuestros problemas de identidad, de pertenencia a una tribu como la leonesa con la que podríamos estar muy alejados cultural, política y socialmente. Interesante sería conseguir una definición de los que es ser LEONÉS, para poder aclarar nuestras dudas.
Hubo tiempo, por su puesto, para poner en la mesa las declaraciones de esa especie de oráculo del intelectualismo leonés que es Don Cremer. Como si supiera que los blogueros de esta provincia (reino o lo que sea) se reunían ese mismo día, esta entrañable personalidad del saber nos ofreció estas declaraciones:
“… A mí el internet me parece una especie de prostíbulo en el cual se dice todo lo terrible que la sociedad es. Es todo el pus, toda la porquería de la sociedad. …”
Confundir el medio con el uso que se hace de él es un error común, pero impensable en un personaje como Don Cremer. Aunque no sabemos si su percepción del medio se debe a los lugares que el visita o habla de oídas. La respuesta no se hizo esperar. Esa misma noche nació en internet “El prostíbulo de Cremer“, lugar de encuentro de una serie de meretrices que al calor de la Madame intentarán desviar al Don de sus malas compañías en la red.
Para finalizar, una visita al Castro de Castrillo de los Polvazares, para observar de primera mano, el estado de las prospecciones petrolíferas o lo que quiera que han intentado hacer allí. Se admite “cata arqueológica” como término técnico.
En resumen, un sábado inolvidable, de esos que producen adicción y que nos gustaría repetir. Simpático, educativo, cultural, creativo e irreverente.
Compañeros, muchas gracias !!!.
Un saludo
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Otras crónicas del evento:
Casa de Edu
Corazón de León
Constelación decimoctava
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