Buenas y santas,

ayer fue noche astronómica. Nos habían hablado a finales de octubre de 17P Holmes un cometa cuyo espectacular cambio de luminosidad, desde una magnitud 17 hasta los 2,8 actuales, le ha hecho saltar a la fama.

Preguntamos a una amiga:

- ¿No tendrás un telescopio por ahí con el que enseñar las maravillas del Cosmos a Moustafa?.

- Quita que miro debajo de la cama. …. aquí está, coge este Meade.

En cuanto ha habido un poco de cielo despejado y con ayuda de unos simples gemelos, nos dispusimos a buscarlo en los alrededores de la constelación de Perseo. Nos sorprendió ya distinguir su halo a simple vista, pero los gemelos nos ayudaron a salir de dudas.

La colega nos había enviado la siguiente imagen, obtenida con el telescopio TAROT, por lo que ya sabíamos que nos podríamos encontrar. La imagen fue obtenida con una apertura de obturador de 0,20 segundos.

Una vez ubicado el objeto, nos pusimos a montar el telescopio. Este modelo está dotado de una motorización que le confiere diversas características, entre ellas el seguimiento automático de un objeto una vez ha sido localizado. Posee también la opción “GO TO” que realiza la búsqueda de forma autónoma. Desconocemos si el método de búsqueda consiste únicamente en un desplazamiento hacia las coordenadas del objeto, previa calibración de la posición del telescopio o si bien se realiza de forma más “inteligente”, analizando las estrellas que se encuentran en su campo de visión y comparándolas con un catálogo interno de referencia, lo que le proporcionaría una gran autonomía.

Sea como fuere nosotros utilizamos el telescopio en modo manual, lo que nos permitió familiarizarnos con el aparato. Pese a lo que pueda parecer, la tarea manual no es nada engorrosa es nosotros alcanzamos rápidamente nuestro primer objetivo, el Holmes.

Aunque, al estar alineado, no es tan impactante como otros cometas y no permite observar la característica cola de estos astros, si es excitante observar el halo que envuelve el núcleo. Moustafa estaba muy ilusionado, pero todavía es pequeño para apreciar lo que estaba viendo.

Espero que podamos repetir otras observaciones, pasando irremediablemente por los planetas, que tanto nos gustan. El tiempo no parece que nos vaya a acompañar en las próximas noches, pero una nueva campaña de observación está programada entorno a una parrillada o una paella. ¿Quién se apunta?

Un saludo.

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