Buenas y santas,

como todos los primeros domingos de mes, ayer fue un día de acceso gratuito a los museos en Francia.

Nosotros aprovechamos para visitar el musée des Agustins (museo de los agustinos), para ver entre otras obras una estatua que a Moustafa le presta mucho, “la mujer que baila”.

El recibimiento es un tanto sombrío. El “Papa” de la imagen preside la entrada con majestuosidad, pero dejando las dudas de sus intenciones.

Algunas de las pinturas que se exponen son de un realismo quasi-fotográfico, causando al observador una sensación de vivir el momento de su elaboración.

Nos contaba esta mañana Bill, nuestro compañero de viaje mañanero, que el conservador del museo, convecino casualmente, es un hombre de la escuela del Louvre, y por tanto poco dado a hacer del arte algo distinto a material de exposición. De esos que piensan que el arte se presenta al espectador de forma neutra, sin condicionamientos, sin parafernalias, sin pedir nada a cambio.

Merece la pena pasar al claustro, para respirar su calma y para refrescar la memoria sobre cuales son los cultivos de la temporada otoñal, y de paso aprender el nombre en francés de algunas hierbas, de otras mientras necesitamos conocer su equivalente en español.

Excelente mañana, que terminamos con unos bocadillos diversos.

Un saludo

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