A Santa Bárbara

Buenas y santas,

nos permitimos dejaros esta poesía que Alfonso Alfaro ha querido compartir con todos nosotros.

Mineros de hoy,mineros de antaño
trabajadores de las entrañas de la tierra
cuanto os extraño.

Un año más caminando en procesión, hablando de historias.
Por motivos diferentes unidos en sentimiento y devoción
destinos marcados por el mismo carbón,
el martirio de Santa Bárbara cada diciembre recuerdan
de gozos y penumbras ahora se acuerdan.

Padre e hijo se juntan bajo la imagen para venerarla
experiencias de sacrificio, constancia y humildad
han forjado su carácter, son mineros de verdad.
Hombres duros como rocas
quebradas sin remedio por el tiempo.
El mismo tiempo que mueve montañas,
desarma los peñascos más duros
al mismo que enternece recuerdos,
a sus pies se rinden los más firmes muros.

Más tarde, confirma mis sospechas
las experiencias traumáticas y peligrosas
que nos han tocado vivir, no son fruto del azar
las hemos ido a buscar.

Me siento afortunado por ello.
Por vivir la vida y oler la muerte
por sufrir y llorar y saber lo que se siente.

Por mis manos tocando una vida que se escapa,
por mis ojos que vieron lo que nadie podía ver
por sentir el dolor de la palabra
por escuchar el silencio del amigo,
es verdad, todo esto y mucho más, soy testigo.

Aquella noche sentí su presencia
allí abajo en lo profundo de la mina
cuando escarbaba con mis manos el frio carbón
esperaba encontrar un compañero sin vida
que no pudiera sentir ya dolor.

Descubrí la muerte y tuve calma
en rostro sereno y cuerpo de cera
en una mirada sin brillo y gargata sin voz
en un cadáver sin alma.
El alma ya no estaba en su sitio, Ella se lo llevó,
llegó antes que la muerte, llegó antes que yo.

Supe que no te habías marchado
por eso ruego esperanzado
protectora contra el rayo, fuego y la muerte repentina
es verdad, todo esto y mucho más
yo Te ví, reflejada en su retina.

Como esa noche hubo otras repetidas
en el tiempo que mediaba entre desgracias
soñé la muerte y era muy sencillo
cada golpe del destino me envolvía
descubrí que perder la vida no dolia.

Es para llorar que buscamos nuestros ojos
para no sostener nuestras lagrimas allá arriba
es para llorar que la espera es tan larga
es para llorar que la vida es tan corta
por eso llora minero, que a Ella no le importa.
Es verdad todo esto y mucho más.

por Alfonso Alfaro

Un saludo.

2 Comentarios hasta el momento »

  1. Justi dijo

    5 de Diciembre del 2007 a las 4:06 pm

    Chapeau Alfonso !!!!!!

    Felicidades.

  2. Legia dijo

    5 de Diciembre del 2007 a las 5:14 pm

    Me agrada que te haya gustado y gracias por tu comentario Justi

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