Buenas y santas,

ya en casa, me apetecía recordar todo lo que me ha quedado del viaje a la tierra.

Se trataba de hacer un viaje de familia, de esos que la “beautiful people” llama viaje privado. No había tiempo para encontrar blogueros, reunirse con los compañeros de la lucha contra la Sama-Velilla o dar un largo paseo por Santa Lucia en busca de cosas nuevas que contar. Pero pese a todo hay mucho que comentar.

Lo primero es lo primero y por eso tengo que decir que la llegada estuvo llena de sobresaltos,… o mejor dicho de saltos, los que pegamos por la carretera que une La Magdalena con La Robla. Año tras año un sinfín de baches nos recibe y no hay manera de que se solucione, o simplemente los furacos vuelven cada verano.

Durante una conversación de calle me pude poner al día de la situación laboral de la comarca. Como ejemplo el del hijo de Carlos, que “tiene electricidad y calderería y que quiere trabajar de lo suyo”. El guaje anda deambulando de empresa en empresa con contratos por obra. Estuvo un tiempo para los subcontrados de la EMPRESA. 8 meses de trabajo, una semana en casa y otro contrato. Durante todo ese tiempo no recibió una sola nomina para firmar …. Por increíble que parezca el empresario y el jefe del banco se las ingeniaron para falsificar la firma del guaje de una nomina más baja, … el resto en negro. Todavía se siguen haciendo estos chanchullos con total impunidad ….. a ver quien es el guapo que lo denuncia.

Pasamos una tarde de piscina, en unas instalaciones que a mí siempre me han gustado, las de La Robla. Me gustó ver el préstamo de los libros …. Pero el agua sigue como siempre, fría. Si le quitaran unos cuantos metros cúbicos de la parte más profunda y calentaran un poco el agua (con energía solar por supuesto) se podría aprovechar mucho más. Y unos árboles más para dar sombra no estarían mal.

Volvimos a visitar la Catedral de León, la de la foto. Nunca habíamos visto tanta gente dentro. Con ganas de subir a ese plataforma famosa que permite ver la vidrieras de una forma única. No falto el comentario sobre la escasa visión comercial delcorteinglés para implantar una de sus sucursales en este emblemático edificio.

Tuvimos tiempo para visitar Santa Lucia y a la “habitanta” que más nos interesa. Paseando nos enteramos de que el Encuentro de la Juventud de Santa Lucia no tuvo “ni chicha ni limoná”. Un acto social más …

Y para terminar la visita de dos amigos, con los que es un verdadero placer charlar de todo. Gracias por venir a vernos y suerte con ese trabajo que dejasteis pendiente por pasar un buen rato con nosotros.

En noviembre esperamos hacer un gran viaje para lanzar varias cosas y participar en una nueva quedada bloguera.

Un saludo

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